Entrevista con Corine Barbazanges, Directora de Producción de SENAR
Corine Barbazanges dirige todo el proceso de creación de simuladores de realidad aumentada, ya sean estándar o producidos específicamente para nuestros clientes. Nos ofrece una visión de su papel y de las actividades de su equipo.
¿Cuál es su papel en SENAR?
Como Director de Producción, soy responsable de toda la cadena de creación de nuestros simuladores móviles de realidad aumentada. Esto abarca desde las interacciones durante las sesiones informativas con los clientes hasta la entrega final del simulador. Mi trabajo gira principalmente en torno a la organización y coordinación de un equipo multidisciplinar de diseñadores 3D, animadores y desarrolladores para cada proyecto. Me aseguro de que todo se ajuste a las expectativas del cliente y de que el proceso de producción se desarrolle sin problemas en términos de cumplimiento, calidad y plazos.
¿Cómo empezó a trabajar en RA?
Antes de cofundar SENAR en 2019, fui Jefe de Producción en GuidiGO, su empresa hermana. Durante ese periodo, gestioné más de 70 experiencias AR móvil , creadas para prestigiosos museos de todo el mundo.
A través de varios proyectos, nuestros éxitos -y a veces nuestros errores- descubrí el potencial inmersivo del AR, su valor educativo, así como sus limitaciones técnicas y escollos. Cuando GuidiGO se diversificó con la creación de SENAR, naturalmente pasé a desempeñar el papel de director de producción de nuestros simuladores de realidad aumentada.
¿Cómo relaciona las experiencias lúdicas de los museos de realidad aumentada con el tipo de simuladores que SENAR produce en la actualidad?
La conexión no sólo es real, sino fuerte. Cuando un visitante de un museo coge una tableta en la entrada para vivir una experiencia inmersiva, debe sentirse cómodo al instante con la interfaz, sin formación previa, independientemente de su edad o de su familiaridad con el móvil.
Lo mismo ocurre cuando un alumno utiliza un simulador para practicar un proceso o realizar una inspección de seguridad en un escenario virtual. Deben sumergirse inmediatamente en su lógica profesional sin perder tiempo en comprender el funcionamiento del simulador.
Nuestra experiencia con GuidiGO nos ha dado una gran pericia en la creación de simuladores fáciles de usar. Entendemos la importancia de ofrecer una interfaz intuitiva que permita a los usuarios centrarse en aprender o realizar tareas sin preocuparse por los aspectos técnicos.
¿Puede resumir los pasos de un proyecto típico de simulador de realidad aumentada?
Un proyecto comienza con conversaciones con el cliente. Nuestro objetivo es comprender a fondo su negocio, la formación que reciben sus equipos y, lo que es más importante, cómo AR puede mejorarlo. Determinamos el objetivo exacto que el cliente espera conseguir con AR y le asesoramos sobre las metas factibles.
A continuación, nuestro equipo contempla el mejor enfoque para adaptar el proceso de formación del cliente a AR móvil. Hacemos una lluvia de ideas para enriquecer el proceso de modo que nuestra tecnología aporte un valor real. Todos comparten sus ideas sobre la experiencia ideal del usuario, sin limitarse a sus conocimientos especializados.
En el caso de algunos simuladores, llevamos a cabo una investigación exhaustiva para comprender el proceso y obtener fotos y vídeos de referencia que garanticen una representación auténtica en la escena virtual.
En algunos casos, creamos prototipos de partes específicas del proceso, sobre todo si implica un nuevo tipo de interacción. Hace poco lo hicimos para simular el uso de una fresa ósea durante la colocación de un implante en una rodilla virtual. Esto nos permite probar ideas y ver cómo funcionan en la práctica. La creación de prototipos es una valiosa herramienta de experimentación e iteración rápidas.
También elaboramos un guión gráfico en el que se detallan los distintos elementos de cada fase de la experiencia: dónde debe mirar el usuario, las instrucciones que hay que proporcionarle, los componentes del SDK que se utilizan, las animaciones que hay que diseñar, etc.
Además, hacemos una lluvia de ideas para concebir efectos "wow" que mejoren la participación del usuario, ya sean interacciones especiales, recreaciones de accidentes o cualquier función inmersiva.
¿Cómo se asegura de que el simulador cumple las expectativas del cliente?
A lo largo del desarrollo del simulador, realizamos pruebas periódicas poniéndonos en la piel del usuario final.
Nos aseguramos de que la experiencia sea fácil de entender, atractiva y educativa. Si algún elemento se queda corto, hacemos los ajustes necesarios.
Además, nos aseguramos de que todos los textos del simulador sean pertinentes, concisos, comprensibles y estén disponibles en los idiomas requeridos.
Nuestro objetivo es que el simulador responda perfectamente a las necesidades del cliente y, lo que es más importante, que aporte un valor añadido significativo a la formación de sus equipos.
¿Qué retos plantea la creación de un simulador móvil de realidad aumentada?
AR móvil ofrece a los usuarios una libertad de movimiento sin precedentes, pero viene acompañada de limitaciones. Antes de activar una animación, por ejemplo, debemos asegurarnos de que el usuario está colocado correctamente y mira en la dirección adecuada.
Uno de los principales retos consiste en equilibrar la inmersión 3D de la realidad aumentada y las limitaciones de la interfaz 2D, teniendo en cuenta que se produce exclusivamente a través de la pantalla de un smartphone o una tableta. Debemos innovar para maximizar la interactividad dentro de este marco, lo que exige una inmensa creatividad.
Conseguir el equilibrio adecuado a la hora de guiar al usuario también es complicado. Cuando un alumno utiliza un simulador, es fundamental que entienda lo que se espera de él en cada fase. Sin embargo, no se le debe guiar directamente a la respuesta, ya que esto sesgaría su evaluación de los conocimientos.
Por último, es esencial que el usuario nunca se sienta atascado para evitar que se desanime a utilizar el simulador.
¿En qué se diferencia la creación de un simulador móvil de realidad aumentada de otros proyectos digitales?
Crear este tipo de simulador requiere conocimientos especializados. Hay que saber adaptar un procedimiento físico específicamente para la AR, teniendo en cuenta sus características y limitaciones únicas. Esto incluye, en particular, la necesidad de que el entorno virtual se integre a la perfección con el entorno real del usuario. La inmersión requiere mostrar los objetos a su tamaño real. Sin embargo, con algunos simuladores, la escena representada puede ser tan amplia que sobrepase los límites de la habitación del usuario. Se trata de una variable que hay que aprender a gestionar.
Además, es esencial dividir el procedimiento en pasos que proporcionen una experiencia fluida y envolvente, sin dejar de tener sentido pedagógico. Esta habilidad se perfecciona mediante el desarrollo de varios tipos de simuladores y a través de los comentarios de usuarios de diversos sectores.
Por último, es crucial elegir bien; hay que evitar perderse en efectos "efectistas" que consumen mucho tiempo y carecen de auténtico valor educativo. El objetivo principal de nuestros simuladores es ayudar a los usuarios a comprender los conceptos clave y las distintas fases de un proceso, mediante la práctica y la repetición. Por ejemplo, cuando un electricista se entrena en nuestro simulador de armario eléctrico, comprobaremos si sabe qué componente debe desmontar en cada paso del proceso, lo que se indica mediante un toque en el componente en el momento adecuado. Del mismo modo, para ajustar un reóstato, pueden deslizar el dedo sobre el mando para girarlo hasta el valor deseado. El gesto en RA puede diferir ligeramente de las acciones de la vida real, pero el objetivo del simulador no es comprobar si saben girar un mando. Lo que importa es que entiendan el procedimiento.
Nuestro objetivo es prever la forma más eficaz de practicar y recordar cada concepto que hay que asimilar, evitando al mismo tiempo interacciones demasiado complejas que puedan entorpecer la fluidez de la experiencia.
¿Qué consejo le daría a una empresa que esté considerando adoptar la AR para la formación?
En primer lugar, les aconsejaría que definieran claramente los objetivos del simulador, porque algunos objetivos educativos se alcanzan perfectamente sin 3D ni AR. Establecer objetivos precisos es crucial para garantizar que la realidad aumentada sea la mejor solución para alcanzarlos. También es vital colaborar con expertos familiarizados con las particularidades y limitaciones de AR móvil , ya que esta experiencia difiere enormemente de la que se podría crear para un casco de RV.
Por último, recomendaría dar siempre prioridad a la experiencia del usuario, asegurándose de que el simulador no sólo sea educativo, sino también atractivo y fácil de usar.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Es la alegría de trabajar con un equipo excepcional de diseñadores y desarrolladores 3D. No sólo porque son expertos en su campo, sino porque trabajar con ellos es estimulante. Me enorgullece especialmente su forma de afrontar los retos y el respeto mutuo que sienten por el trabajo de los demás. Su capacidad para recrear y configurar entornos con precisión es realmente asombrosa.
También me encanta contribuir, a mi manera, al resultado final de los simuladores. Añado mi toque personal consiguiendo fotos de etiquetas y sonidos que garanticen que el simulador sea detallado y realista. Para ello, suelo recopilar sonidos reales de máquinas y herramientas reales.
¿Tiene alguna anécdota sobre su experiencia con la Realidad Aumentada móvil?
Lo que siempre me divierte es que, a pesar de mi amplia experiencia y de haber entregado decenas de experiencias de AR a clientes de GuidiGO y SENAR, mi cerebro sigue dejándose engañar por la inmersión. Una vez, mientras probaba una inspección de andamios, me sorprendí a mí mismo levantando el pie en alto para evitar golpear un tubo metálico... que era, por supuesto, virtual. Esto demuestra el realismo con el que un simulador, incluso móvil, puede sumergir al usuario en un escenario de formación.
¿Cuál cree que es el futuro de la realidad aumentada en el campo de la formación?
La integración de la Inteligencia Artificial (IA) presenta perspectivas fascinantes. Podemos imaginar sesiones de formación en las que los escenarios se ajusten en tiempo real en función de las acciones del usuario, gracias a algoritmos inteligentes. Una formación en la que los alumnos puedan hacer preguntas abiertas y el sistema responda adecuadamente utilizando la comprensión del lenguaje natural.
La IA también podría analizar los datos en segundo plano para optimizar los escenarios de formación en función del rendimiento del alumno. Esto permitiría crear rutas de formación realmente personalizadas, adaptadas al nivel y las necesidades específicas de cada alumno.
Nos encontramos en una coyuntura apasionante en la que estas tecnologías apenas están empezando a mostrar su potencial. Estoy convencido de que la AR, combinada con la IA, nos depara muchas más sorpresas.